MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
21 de septiembre
La experiencia del nuevo nacimiento
Richard Wurmbrand,
en su libro Torturado por Cristo, cuenta una preciosa experiencia que vivió
cuando le compartió el evangelio a un oficial del ejército ruso.
Dice que comenzó a leerle el Sermón del
Monte y las parábolas de Jesús. Después de oírlas, en un arranque de alegría,
el ruso se puso a danzar por todo el cuarto, exclamando: "¡Qué maravillosa
belleza! ¡Cómo pude vivir sin saber nada de este Cristo!". Wurmbrand estaba sorprendido. Entonces cometió un error: le
leyó acerca de la pasión y crucifixión de Jesús, sin haberlo preparado para
ello. Él no lo esperaba, pues al oír la lectura cayó en un sillón y comenzó a
llorar amargamente. ¡Había creído en un Salvador y ahora su Salvador estaba
muerto!
Wurmbrand se
sintió avergonzado de no haber compartido nunca los sufrimientos de Cristo en
la forma que ese hombre los compartía. Luego le leyó la historia de la
resurrección. Él no sabía que su Salvador había resucitado. Cuando escuchó
estas maravillosas nuevas, golpeó sus rodillas profiriendo una palabra bastante
grosera (aunque en ese momento Wurmbrand la consideró
aceptable, y hasta "santa"). Era su cruda manera de expresarse.
Nuevamente se regocijaba, gritando de alegría: "¡El vive! ¡El vive!",
y danzaba, dominado por la felicidad.
Wurmbrand lo
invitó a orar, pero él no sabía orar. Sólo cayó de rodillas junto a él, y las
palabras que brotaron de sus labios fueron: "¡Oh,
Dios, qué magnífico eres! Si Tú fueras yo y yo fuese Tú, nunca te habría
perdonado tus pecados. ¡Eres en realidad magnífico y yo te amo de todo
corazón!".
La experiencia del nuevo nacimiento es
maravillosa. Dentro del ser humano se produce la vivificación de su espíritu,
reanudándose así el ejercicio de la facultad de comunicarse con Dios. Lo que
estaba muerto, revive; y se toma conciencia de Dios de una manera nueva, no
como si fuera un Dios lejano y severo, sino como el Padre amoroso, tan cercano
a nosotros.
La vida cambia, incluso los sentidos físicos
descubren una inusitada belleza en las cosas que le rodean. Las flores son más
hermosas, el cielo más azul. En el corazón hay un nuevo palpitar de plenitud y
gozo. Es el hombre que vuelve a Dios, es recibido en el seno del Padre y las
caricias de su mano amorosa llegan hasta el alma.
Pero el nuevo nacimiento no es sólo una
experiencia maravillosa, sino necesaria. Quien ha nacido sólo una vez, morirá
dos veces. Morirá físicamente, y su alma perecerá en el infierno por
Quien no ha nacido de nuevo no puede ver el
reino de Dios. Este nacimiento no es carne y sangre, no tiene nada que ver con
los padres biológicos. Es un nacimiento de lo Alto, de Dios, en que Dios
engendra a sus hijos, por medio del Espíritu Santo.
La voluntad de Dios es que todos los hombres
nazcan dos veces, pues sólo así poseerán vida eterna. ¿Estás tú entre esos
bienaventurados? ¿Has tenido la experiencia de aquel oficial ruso?