MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
7 de septiembre
La paloma de Dios
"Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego
del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios
que descendía como paloma, y venía sobre él" (Mateo 3:16).
El Señor escogió esta conocida avecita para
simbolizar su glorioso Espíritu. Es la paloma que descendió sobre el Señor
Jesús en su bautismo, y que nos habla de ternura, delicadeza, sencillez e
inocencia.
Una paloma es espantadiza. Fácilmente se
asusta y huye. ¿Cómo es que el Espíritu de Dios, siendo tan fuerte –omnipotente– quiso representarse así? Es un misterio
no del todo aclarado.
Con todo, hemos de ser celosos para no
ofender esta Paloma, ni espantarla. Seamos delicados, tiernos y cuidadosos. No
pequemos. No elevemos demasiado la voz, no le hagamos violencia. "Y no
contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el
día de la redención" (Ef. 4:30). Una vez que ha sido afectada su santidad,
puede permanecer muchos días triste, en un rincón de nuestro corazón, sin
levantar el vuelo. El Señor Jesús estaba lleno del Espíritu Santo, porque no
había pecado en él, y porque su carácter era dulce y apacible. No contendía ni
alzaba su voz. "Nadie oirá en las calles su voz" dijo de él el
profeta.
En Israel, la paloma era la ofrenda de los
pobres. Cuando un israelita no tenía dinero para ofrecer un macho cabrío o un
becerro, podía ofrecer una paloma. "Y si no tuviere lo suficiente para un
cordero, traerá a Jehová en expiación por su pecado que cometió, dos tórtolas o
dos palominos, el uno para expiación, y el otro para holocausto" (Lv. 5:7). Esta fue, precisamente la ofrenda de José y María
cuando presentaron al niño Jesús. El Espíritu Santo es la tercera persona de la
Trinidad, lo cual demuestra su humildad. Él nunca llama la atención sobre sí,
sino sobre el Señor Jesucristo. Sin embargo, en su humillación, el Espíritu
Santo es exaltado por el mismo Señor, cuando dijo: "Todo pecado y
blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no
les será perdonada" (Mt. 12:31).
Una de las características más sorprendente
de la paloma es su capacidad para volver a su nido desde los lugares más
remotos. Por ello, el ser humano la ha utilizado para enviar mensajes. Según
descubrimientos recientes, ellas crean un "mapa" a partir del
magnetismo de la Tierra usando unas pequeñas partículas magnéticas con las que
cuentan en sus picos. Esta característica de la paloma nos sugiere la fidelidad
y mansedumbre del Espíritu Santo, el cual retorna a vivificar el corazón de
quien lo ha despreciado y alejado. No importa cuánto lo hayamos contristado, él
volverá a alegrar el corazón si éste se vuelve a Dios.
La paloma de Dios emite su arrullo en
nuestro corazón, y nos hace sentir su presencia. Que el Señor nos socorra para
no pecar contra el Espíritu Santo, ni impedir que Él pueda hacer su obra en
nosotros y a través de nosotros.