MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
23 de octubre
Ciudades de refugio
---Cuando
Dios entregó la tierra de Canaán a Israel, dispuso que hubieran seis ciudades,
ubicadas estratégicamente a lo largo y ancho del territorio, destinadas para
refugio del homicida involuntario (Números 35).
---Había
tres al oriente del Jordán, y tres al occidente. Ellas debían estar ubicadas en
lugares visibles, para que nadie tuviera dificultades en verla, y accesibles,
para que nadie tuviera dificultades en llegar hasta ellas. Para esto, los
caminos de acceso debían estar siempre expeditos; sus puertas siempre abiertas.
Estas ciudades eran todas ciudades otorgadas a los levitas, encargados del
servicio en el templo, hombres que conocían a Dios, sus prodigios y
misericordias.
---Cuando
el homicida involuntario caía en la desgracia de un acto fatal no premeditado,
huía de inmediato hacia la ciudad de refugio más cercana para escapar así de la
furia del pariente vengador. El pobre fugitivo huía para salvar su vida. Si la
mano vengadora caía sobre él en el camino, su suerte era oscura como
---¡Cuán
preciosa era la provisión de Dios para el hombre atribulado, convertido de
pronto en un ser socialmente indeseable! Allí, la furia era detenida de golpe,
el perdón era alcanzado, la gracia era derramada como agua en boca del
sediento, en el momento en que más la necesitaba.
---En
Josué capítulo 20 se refuerza esta instrucción –ya Israel ha llegado a Canaán– y se mencionan, además, las ciudades en
cuestión. Tres de ellas están ubicadas en los montes; tres en los valles. Los
montes y valles representan en la Escritura a los hombres altos y a los hombres
bajos, respectivamente; a los prominentes y a los sencillos. Todos ellos
encuentran refugio; para todos ellos hay una ciudad que les acoge. Porque,
cualquiera sea su condición, el sufrimiento es el mismo cuando la desgracia
golpea la puerta.
---¿De
qué nos hablan estas ciudades a nosotros, que estamos a miles de años más acá?
Cedes nos habla de refugio para los pecadores; Siquem,
que significa "hombro", nos habla del alivio al fatigado; un hombro
fuerte como el de aquel pastor de la parábola que cargó la oveja perdida; Beser, que significa "castillo, fortaleza" nos
ofrece seguridad; Ramot, que significa
"altura", es socorro cuando andamos en valles de sombra de muerte.
Golán, es el refugio para los afligidos; y finalmente Hebrón
(Quiriat-Arba), que
significa "comunión, alianza", es el refugio para los desamparados,
como lo fue para un desamparado ejemplar, David, cuando después de incontables
padecimientos, fue ungido rey por Samuel.
---Todo
aquí nos habla de Cristo; la tierra de Canaán con su abundancia de leche y
miel, son las riquezas insondables de nuestra herencia en Cristo. Y cada ciudad
de refugio, en tanto, es Cristo recibiéndonos en gracia para perdonarnos,
sostenernos, refugiarnos, levantarnos, consolarnos y ungirnos. ¡Maravilloso es
Cristo, inefable en su persona y en su amor, tipificado de muchas maneras para
nuestra seguridad y consuelo!