MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
23 de noviembre
Casa espiritual y sacerdocio santo
---La
descripción que se hace en Éxodo desde el capítulo 25 en adelante acerca de las
cosas en que los hijos de Israel debían ocuparse, puede dividirse en dos
partes, ambas íntimamente relacionadas.
---Una
es la casa de Dios, y la otra es el sacerdocio. Esto puede considerarse el
resumen de los capítulos finales de Éxodo. Aunque ambos temas exceden los
límites de este libro, tenemos aquí una importante primera aproximación al
asunto.
---El
apóstol Pedro, en su Primera Epístola, toca también estos dos puntos en el
capítulo 2, referidos precisamente a la Casa de Dios. "Acercándoos a él,
piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y
preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa
espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables
a Dios por medio de Jesucristo" (vv. 4-5).
---El
contenido y orden de las cosas dichas en el Antiguo Testamento hemos de
buscarlo también en el Nuevo, porque están íntimamente relacionados. El Antiguo
apuntaba hacia el Nuevo, y el Nuevo busca en el
Antiguo las bases de su autenticación. La Casa de Dios está en el Antiguo, y
también está en el Nuevo. En el Antiguo, como figura y sombra de las cosas
celestiales; en el Nuevo, como las cosas celestiales mismas.
---Las
cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron (Rom. 15:4). Las cosas del Nuevo encuentran mayor belleza y
sentido aun si las buscamos en el Antiguo Testamento. Es curioso, pero aquí las
sombras arrojan luz sobre las cosas nuevas, hasta hacerlas resplandecer. Por
eso, el escriba docto en el reino de los cielos saca de su tesoro cosas nuevas
y cosas viejas (Mat. 13:52).
---Lo
primero, entonces, es la Casa; luego, el sacerdocio. Las cortinas y tablas, los
corchetes y las despabiladeras poco sentido tendrían para nosotros
–excepto tal vez histórico– si no fuera
porque el Espíritu Santo las escribió y dispuso para nosotros también, para
nuestro provecho y enseñanza. Lo mismo podemos decir en relación al sacerdocio.
---¿Por
qué Dios dispuso las cosas con tanta rigurosidad? ¿Por qué se le prohibió a
Moisés poner mano en el diseño de las cosas? ¿Por qué todo debía ser conforme a
lo que Moisés había visto en el monte? Sencillamente, porque todo aquello tenía
un valor metafórico y figurativo, que habría de conocerse después a la
perfección.
---La
Casa es la Iglesia; y el sacerdocio lo conforman todos los creyentes en el Señor
Jesucristo. La metáfora tiene una significación maravillosa, y nosotros podemos
verla ahora con toda su esplendidez, lo cual no pudieron ver los judíos.
"Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para
testimonio de lo que se iba a decir" (Heb. 3:5).
Había algo que se iba a decir después, y Moisés puso las bases simbólicas para
aquello. Si Moisés fallaba, si no hacía las cosas conforme al modelo, ¿cómo
podría haber concordancia con "lo que se iba a decir"?
---Así,
Pedro interpreta a Moisés, y el libro de Éxodo se nos abre generosamente.