MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
15 de noviembre
El tabernáculo (Los velos)
---El
tabernáculo tenía tres ambientes, separados por dos velos, más la cortina
exterior, a
---Lo
que más se destaca en esta descripción de Éxodo 26 es el velo interior, que
separaba el Lugar Santísimo del Lugar Santo. Este velo representa claramente al
Señor Jesucristo. Era de azul (su divinidad), púrpura (su realeza), carmesí (su
humanidad) y lino torcido (su justicia). Estaba hecho de obra primorosa, con
querubines. Los querubines eran los guardianes de Dios, representantes de la
creación angelical.
---El
Señor Jesucristo en su doble naturaleza divina y humana es mostrado de nuevo
aquí, más su condición de Rey Justo.
---Este
velo se colgaba de lo alto de cuatro columnas de madera de acacia cubiertas de
oro. Entre las cuatro columnas quedaban tres espacios, correspondientes a tres
puertas. Cada una de ellas representaba a una persona de
---La
ruptura del velo es inmensamente significativa, pues el Lugar Santísimo era
celosamente guardado, y nadie tenía acceso a él excepto el sumo sacerdote, y
esto, una sola vez al año. Ahora bien, si ni siquiera los otros sacerdotes
podían entrar, menos podría hacerlo el pueblo. ¿Cuánto menos un gentil? Pero la
ruptura del velo interior, es decir, la muerte del Señor Jesús, fue el hecho
glorioso que mudó enteramente las cosas.
---Hebreos
lo dice hermosamente: "Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en
el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino vivo y nuevo que
él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran
sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos..." (10:19-
---Lo
que sucedió después, también lo relata Hebreos. Porque
a la escena de la cruz, le siguió más tarde otra escena en los cielos. Jesús,
como el verdadero Sumo Sacerdote entró en el verdadero Lugar Santísimo por
medio de la verdadera sangre del verdadero sacrificio. "Pero estando ya
presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y
más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y
no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre,
entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna
redención" (9:11-12).
---El
mejor y más hermoso velo fue roto; así, el más hermoso de los hijos de los
hombres fue sacrificado, para que nosotros alcanzásemos salvación. ¡Bendito es
él!
---También
se describe aquí en este capítulo la cortina exterior, puesta en la entrada del
atrio. Esta colgaba sobre cinco columnas. No era de hechura tan primorosa como
el velo, pero era más amplia. Para señalar que habría una amplia acogida para
todo aquel que viniera a Cristo, porque él es la Puerta.