MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
14 de noviembre
El altar de bronce
---Siguiendo
el orden del libro de Éxodo (cap. 27), hallamos el altar de bronce. Es lo
primero que el adorador se encontraba a la entrada del tabernáculo. Se le
conocía también como el altar de los sacrificios o del holocausto. Allí eran
recibidas e inmoladas las víctimas.
---El
altar a la entrada del tabernáculo nos habla de la cruz de Cristo, por la cual
tenemos acceso a Dios. Ninguna otra dependencia del tabernáculo estaba
disponible para el adorador si no había quedado solucionado el problema de los
pecados, a la entrada, en el altar. Para nosotros, la vida cristiana está llena
de bendiciones y experiencias maravillosas, pero ninguna de ellas sería posible
si no hemos pasado por la cruz de nuestro Señor Jesucristo, para recibir el
perdón, la limpieza, de todos nuestros pecados.
---No
sólo en el tabernáculo el altar es el comienzo; también lo fue en la vida de
Abel, de Noé, de Abraham, y de cada siervo de Dios, sea en al Nuevo como en el
Antiguo Testamento. El altar nos recuerda nuestra condición de pecadores, y de
que para acercarnos a Dios, los pecados tienen que ser quitados de en medio. El
juicio de Dios sobre el pecado debe ser ejecutado; sólo que –en la gracia
de Dios– la víctima no es el pecador, sino un
sustituto, un animal inocente.
---Este
altar, de madera de acacia y recubierto de bronce, también nos habla del Señor
Jesús. La madera nos muestra su humanidad, y el bronce su condición de Cordero
de Dios puesto bajo el juicio de Dios, bajo la ira de Dios, por causa de
nosotros. Cuando Juan le ve en Apocalipsis 1 dice que sus pies eran
"semejantes al bronce bruñido" (1:15), lo cual indica que había
pasado por el juicio de Dios.
---El
altar era perfectamente cuadrado; tenía cinco codos de longitud y cinco de
anchura; es la perfección de la salvación de Dios. El 5 es el número de la
gracia, de
---El
altar tenía varios utensilios, todos de bronce, necesarios para que los levitas
y los sacerdotes cumpliesen su labor. Eran de bronce porque todos participaban
de la labor del juicio sobre el pecado. Con los calderos se recogía la ceniza
– la ceniza, que es el estado último de la materia, nos indica que todo
lo asociado con el pecado debe desaparecer. Los tazones eran usados para recibir
la sangre, parte de la cual se derramaba debajo del altar, y parte se
introducía en el Lugar Santísimo. Los garfios se usaban para acomodar el animal
sobre el altar, y los braseros para mantener el fuego debajo del altar.
---Todo
esto habla de juicio sobre el pecado, y misericordia para el pecador. El altar
tiene, para nosotros, forma de cruz, y ella tiene todos los recursos
espirituales necesarios para que todo hombre, no importa
cuán pecaminosa sea su condición, quede perfectamente en paz con Dios.