MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
18 de junio
Atendiendo las necesidades presentes (5)
Atendiendo las necesidades presentes (5) Un cuarto asunto que trata el apóstol Juan
en su Primera Epístola es el anticristo. El Señor Jesús había advertido a los
discípulos: "Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi
nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán
… Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán
grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun
a los escogidos. Ya os lo he dicho antes" (Mat. 24:4-5; 24-25).
Entonces, tal
como lo ha hecho con otras advertencias del Señor, el apóstol Juan también
retoma ésta, y dice: "Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros
oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por
esto conocemos que es el último tiempo" (2:18). La noticia que da Juan es,
en cierto sentido, alarmante: han surgido muchos anticristos, porque es el
último tiempo. No es el anticristo propiamente tal, pero sí los que siguen sus
pisadas. Estos salieron de ellos mismos, pero se apartaron de la verdad.
Ahora, ¿cómo
reconoce el pueblo de Dios al anticristo? Juan lo señala claramente: "Este
es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo,
tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre"
(2:22-23). ¿Conoce usted a los que niegan al Hijo? Ellos blasfeman contra el
Hijo de Dios rebajándole a la categoría de un ser creado. Ellos no creen que
Jesús sea el Cristo. Ellos están ya en el mundo, y están preparando el camino
para el anticristo. Pero la comunión de los hijos de Dios es con el Padre y con
su Hijo Jesucristo (1ª Jn. 1:3).
Juan consuela
a los hermanos diciendo que la Unción que ellos han recibido es verdadera, y
que ella les permite conocer todas las cosas. Uno que tiene la Unción (el
Espíritu Santo), no será engañado, porque la Unción le guardará y le advertirá
del peligro.
En el
capítulo 4, el apóstol vuelve otra vez sobre este asunto para dar la clave que
permite reconocer al espíritu del anticristo: "Todo espíritu que confiesa
que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa
que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del
anticristo…" (vv. 2-3). Esta enseñanza es
fiel y verdadera, y puede usted probarla cada vez que se le presente la
ocasión.
Luego, Juan
vuelve a animar a los hermanos, diciendo: "Hijitos, vosotros sois de Dios,
y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está
en el mundo". Si el espíritu del anticristo, que está en el mundo, es
poderoso, Aquel que reposa por su Espíritu en el corazón de los creyentes, es
superior. Por tanto, pueden tener paz y seguridad los amados de Dios.
Finalmente,
Juan pone su propia rúbrica a su enseñanza, agregando: "Nosotros somos de
Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto
conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error" (4:6).
Como vemos,
la provisión de Dios es maravillosa y todo suficiente para un tiempo tan
peligroso como éste que vivimos. Tenemos dentro de nosotros Quien nos enseña, y
Él es más poderoso que el anticristo. Él no nos dejará a expensas de la
mentira, ni de los mentirosos. ¡Aleluya!