MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
14 de junio
Atendiendo las necesidades presentes (1)
El apóstol Juan fue el último de los
apóstoles, el que sobrevivió a todos los demás. Juan vivió unos treinta años
más que el último de ellos, pues su vida se prolongó hasta finales del siglo I.
Por eso el mensaje de Juan, tanto en su
Evangelio, como en sus tres epístolas y en el Apocalipsis, tiene una aplicación
tan oportuna y precisa en estos días finales. Juan escribió para una iglesia
que ya mostraba signos de decadencia, que recibía los ataques de las fuerzas
malignas, en un intento de corromper la recta doctrina.
Juan sabía –y el Espíritu Santo aún más– cómo el santo evangelio sería atacado, cómo los
cristianos serían desestabilizados, cómo el enemigo intentaría introducir la
semilla del mal en el seno de
Centraremos nuestra atención por ahora en
Ahora bien, es interesante observar que los
temas que trata Juan en esta Epístola responden con precisión a los anuncios y
advertencias que el Señor Jesucristo hizo, en más de una oportunidad, acerca de
los días finales. Es como si Juan hubiese recogido, por el Espíritu, cada una
de las advertencias del Señor, y les hubiese dado el tratamiento preciso con la
solución de Dios para cada una.
El Señor, por ejemplo, dijo que en los días
finales el amor de muchos se enfriaría. Entonces, Juan en esta epístola nos da
la clave para que el amor de Dios en nosotros no se nos enfríe. El Señor dijo
también que la maldad aumentaría. Entonces Juan nos da la clave acerca de qué
hacer con el problema del pecado. El Señor dijo que en los días finales muchos
dirían ser el Cristo, y tratarían de engañar, si fuere posible, aun a los
escogidos. Entonces Juan nos habla del Anticristo, de cuáles son sus
pretensiones, y de cómo vencerlo. Así, cada uno de los temas tocados por el
Señor acerca del tiempo del fin son tratados por Juan con todo esmero, para que
ningún cristiano –para que ninguno de nosotros, que vivimos en las
postrimerías de esta dispensación– sea
engañado.
Siempre la provisión de Dios es completa y
oportuna para las necesidades de su pueblo. Dios nunca abandona a sus amados a
expensas de las fuerzas adversarias. Siempre hay socorro en Dios. Aun para este
tiempo Dios proveyó de antemano las respuestas, aun antes de que surgieran las
preguntas. Porque Dios es fiel y para siempre es su misericordia.
A partir de mañana y en los próximos días
veremos, Dios mediante, cada una de estas problemáticas, con la respuesta de
Juan a cada una de ellas.