MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
30 de julio
Aunque demore un poco
Lucas 18:7.
Naamán se sumergió
siete veces en el Jordán antes de ser sanado. Israel tuvo que dar siete vueltas
a Jericó antes de que cayeran sus muros. Elías oró siete veces antes de que
lloviera. David reinó siete años y seis meses sobre Judá antes de ser
reconocido como rey por el resto de Israel. Abraham hubo de esperar más de
veinte años antes de que naciera el hijo de
La parábola de la viuda y el juez injusto
nos ayuda para entender la necesidad de la espera en nuestras oraciones. Esta
parábola concluye diciendo: “¿Y acaso Dios no defenderá la causa de los
escogidos, que claman a él día y noche, aunque dilate largo tiempo acerca de
ellos?” (Luc. 18:7; Versión Moderna). La Biblia de Jerusalén traduce esta
última frase así: “¿...y les hace esperar?”. Luego, en el versículo
siguiente, dice: “Yo os digo que defenderá su causa presto”, o
“les hará justicia pronto”. Este último versículo pareciera
contradecir al anterior, pero no es así. Significa que la respuesta viene, sin
duda, aunque se tarde algún tiempo.
En efecto, aunque la respuesta viene pronto
y completa, no vendrá sin antes tardarse un poco. Sin embargo, muchas oraciones
se interrumpen antes de que se complete el tiempo establecido por Dios para
enriquecernos con la paciencia de
Hebreos 6:12 dice que por la fe y la
paciencia se heredan
Así que, agradezcamos las respuestas
concedidas, pero también agradezcamos por la paciencia que se nos permitió
ganar en su espera.