MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
14 de enero
Siete columnas
Proverbios 9:1 nos enseña que
las siete columnas de la casa de Dios están asociadas a
Todo lo que es del hombre es
hecho de ladrillo mezclado con paja; hecho del polvo de la tierra, del mismo
material que vino el hombre. Tiene el mismo formato, y es mezclado con las
obras de la carne (la paja), que es usada para unirlos (Ex. 5:7). Las cosas de
Dios son de piedra, que es extraída del monte y después labrada (Dan. 2:45). Jesús
es una piedra labrada, piedra viva, y todo hijo de Dios también lo es (1ª Ped. 2:4-5).
La primera columna de su Casa
es el temor: "El temor del Señor es el principio de la sabiduría, y el
conocimiento del Santísimo es la inteligencia" (Prov. 9:10). Es el
principio, la primera cosa. Si no hubiese temor, la iglesia caería en toda obra
mala. La segunda columna es la palabra de Dios: "Porque el Señor da la
sabiduría; de su boca es que viene el conocimiento y el entendimiento"
(Prov. 2:6). Si no hubiese palabra de Dios no habría salvación (Rom. 10:14-17), ni regeneración, y mucho menos
santificación (Juan 17:17).
La tercera columna es la
cordura: "Yo, la sabiduría, habito con la cordura, y hallo la ciencia de
los consejos" (Prov. 8:12). Si no hubiese cordura en Su casa, no habría en
ella disposición, paciencia o longanimidad. La cuarta columna es el consejo:
"Conmigo está el consejo y el buen juicio…" (Prov. 8:14). Si no
hubiese consejo en la casa de Dios, los errores y las herejías permanecerían
para siempre. Tenemos un Admirable Consejero (Is.
9:6).
La quinta columna es la
humildad: "Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; mas con
los humildes está la sabiduría" (Prov. 11:2). La humildad es un rasgo
claro de nuestro Señor (Mat. 11:29). Si no hubiese humildad en ella, la iglesia
sería resistida por Dios (Stgo. 4:6). La sexta
columna es la salvación: "El que confía en su propio corazón es necio, mas
el que camina en sabiduría, será librado" (Prov. 28:26). Sin salvación no
habría casa de Dios. Siendo ella una de las columnas, podemos tener esperanza
en la salvación que aún está en proceso, preparada para revelarse en el último
tiempo (1ª Ped. 1:4).
La séptima y última columna
es la disciplina: "La vara y la corrección dan sabiduría" (Prov.
29:15). Si en la Casa no hubiese disciplina para sus hijos, nunca llegaríamos
al varón perfecto y participante de su santidad (Heb.
12:5-11).
Mas todo esto es una persona: Cristo. Las siete columnas
son todo qué Él es, y todo lo que el hombre no es. Y es para esto que cada uno
de nosotros ha sido labrado por Dios, para que seamos también piedra de
edificación, y juntos, el edificio de Dios. Cristo siendo todo y en todos.