MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
13 de enero
Creí y hablé
La experiencia de Pablo
–lo que hay detrás de las cartas inspiradas, el hombre Pablo, el apóstol,
con sus luchas y dolores– está ricamente
contenida en
Allí están sus peligros
mientras ejerce su ministerio, su agonía mientras escribía
Pero quisiéramos centrar
nuestra atención en el pasaje del capítulo
"Pero tenemos este
tesoro en vasos de barro (el tesoro es Cristo; el vaso de barro es Pablo), para
que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros (en el creyente no
hay excelencia, sino lo que tiene de Dios), que estamos (aquí viene un desglose
de la experiencia de Pablo) atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros,
mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no
destruidos (es decir, viviendo siempre experiencias-límite, como al borde de la
catástrofe, de la derrota); llevando en el cuerpo siempre por todas partes la
muerte de Jesús (primera mención de la muerte), para que también la vida de
Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Porque nosotros que vivimos, siempre
estamos entregados a muerte (segunda mención de la muerte) por causa de Jesús,
para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. De
manera que la muerte actúa en nosotros (tercera mención de la muerte), y en
vosotros la vida (Después de esto –de tanto experimentar la muerte– podría pensarse que Pablo no tiene nada más
que hacer, sin embargo, no es así). Pero teniendo el mismo espíritu de fe (este
es el espíritu, la actitud que lo anima; esta es la clave de su victoria),
conforme a lo que está escrito (la Escritura determina la experiencia de Pablo,
no sus adversidades): Creí, por lo cual hablé (esta es una cita del Salmo
116:10; Pablo cita sólo la mitad; la otra mitad dice: "Estando afligido en
gran manera"; es decir, la experiencia de Pablo había sido también
¿Quedará Pablo detenido en
las circunstancias difíciles? ¿Hará una profunda reflexión acerca de por qué él
está siendo vapuleado así? ¿Sacará cuentas acerca de si seguir o no dando la
batalla? No. Lo que él hace es creer y hablar. Es decir, ignorando lo que da en
contra, él atiende la palabra –su alimento, su guía–
y
Por eso, una y otra vez,
Pablo pide a las iglesias que oren por él para tener denuedo en la proclamación
del mensaje. Nada deberá silenciar la boca de un corazón que ha creído.
"Creí, por lo cual hablé", dice el Salmista. "Nosotros también
creemos, por lo cual también hablamos", agrega Pablo, sumándose a la
caravana de fe de tantos y tantos creyentes que en otro tiempo dieron la dura
batalla.
¿Qué diremos nosotros? Si
también creemos, también hablaremos.