MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
28 de diciembre
La hora de la revelación (1)
Mateo 16:13-17.
---Han
pasado tres años desde que Jesús comenzara su ministerio público. Los
discípulos le han acompañado gran parte de ese tiempo. Faltan sólo algunos
meses para ir a
---Para
tratar este asunto, el Señor los lleva lejos del mundanal ruido, a la región de
Cesarea de Filipos. Allí, cerca de donde nace el río
Jordán, el Padre hará resplandecer sobre ellos una luz tan poderosa que no se
ha extinguido con el paso de los siglos.
---El
Señor pregunta a sus discípulos quién dice la gente que es él. Las respuestas
son tan variadas como erradas. Pero luego, el Señor hace a sus propios
discípulos la pregunta.
---Ellos
probablemente hubieran contestado igual que los demás; sin embargo, vino
oportunamente el socorro del cielo para que Pedro pudiera dar la respuesta
correcta. Pedro dice: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente".
---El
Señor Jesús aclara en seguida: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás,
porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los
cielos" (Mt.16:17). Era preciso que el Señor
aclarara que la repuesta de Pedro no era fruto del hombre, no era producto de
la capacidad humana, ni era la conclusión lógica a que se pueda arribar después
de un ordenado razonamiento. Es una revelación, y por eso Pedro era un
bienaventurado. No es del que quiere ni del corre, sino de Dios que quiera
revelarlo.
---Llega
la hora en la vida de cada cristiano sincero en que el Señor le confronta. ¿Qué
está creyendo? ¿A quién está siguiendo? ¿Sigue a Jesús sólo por lo que él hace,
o por lo que él es? ¿Le ama porque piensa que podrá medrar en su compañía, o
porque le conoce íntimamente? Esta cuestión no ocurrió sólo con los apóstoles
aquel día en Cesarea. Es algo que sigue ocurriendo en
la vida de cada seguidor de Cristo hoy.
---Siempre
llega la hora de la verdad, de la sinceridad, lejos del bullicio, de los
aplausos y del aparente éxito, a solas con Cristo. El Señor nos mira
atentamente y examina la calidad de nuestra fe y de nuestras motivaciones.
¿Conocemos a Jesús por medios humanos, o por revelación de Dios?
---La
respuesta de Pedro le señala a él como el instrumento que Dios usaría para poner
el fundamento de su obra, para posteriormente traer la revelación inicial de
Cristo al corazón de judíos y gentiles. Cuando los creyentes reciben revelación
de Dios acerca de su Hijo, entonces están en condiciones de ser usados para
traer, a su vez, al corazón de los hombres la revelación acerca de Cristo, y de
poner así el fundamento para la iglesia.
---La
hora de la revelación es el comienzo de una nueva etapa en la vida de un
creyente.