MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
18 de diciembre
El hombre que Dios usa
"Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito,
ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros" (1ª Cor.
12:21).
---Parece
una paradoja, pero el Dios Soberano y Todopoderoso; el Señor y Cristo, cabeza
del Cuerpo de la Iglesia no puede decir que no necesita de nosotros, de sus
miembros. Cuando el Señor mira a nuestra necesidad, mira a todo el Cuerpo. Su
pensamiento ahora ya no es individual como en la salvación, sino colectivo.
---El
Señor anhela que lleguemos al pleno conocimiento de él, con todos los santos
(Ef. 3:18). "...hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura
de la plenitud de Cristo" (Ef. 4:13).
---Pero
para que Dios pueda completar la obra que empezó en Cristo, el primogénito de
toda creación, necesita proveerse de algunos hombres para que sean sus
colaboradores (1ª Cor. 3:9), para que entren en Sus labores (Juan 4.38).
---Para
esto, él primeramente da hombres como dones. No somos nosotros los que
escogemos, sino es Él mismo quien lo hace, teniendo en vista el
perfeccionamiento de los santos, para que esos santos hagan la obra del
ministerio para la edificación del Cuerpo de Cristo: "Y él mismo
constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo" (Ef. 4:11-12).
---Esto
tal vez no sea novedad para algunos, pero, ¿cuál es el tipo de hombre que Dios
escoge para este servicio? ¿Cuál es su padrón de calidad? Jueces 7 nos da un
testimonio de ello. Primero subieron 32.000 hombres para pelear por Israel
contra los madianitas, pero de esos, 22.000 volvieron a sus casas, porque eran
tímidos y miedosos. Por vergüenza subieron, pero Dios que prueba los corazones
los conocía. Él no se proveerá de hombres tímidos y medrosos para esta obra.
---Quedaron
aún 10.000, y Dios les hizo bajar a las aguas para probarlos. De entre ellos
9.700 fueron reprobados, y 300 fueron puestos aparte para ir por el Señor y
libertar a Israel. ¿Por qué aquéllos 9.700 fueron reprobados? Porque eran
hombres capaces, diestros para la guerra; hombres valerosos, y que si fuesen
usados seguramente dirían que por su propia mano ellos habían alcanzado la
victoria.
---Los
trescientos que quedaron no eran hombres tímidos o miedosos, pero tampoco eran
fuertes, capaces y valerosos. Eran hombres comunes, pero quebrantados, que no
confiaban en sí mismos, sino sólo en su Dios; sumisos a su Señor y que
confiaban su victoria sólo en el Dios Todopoderoso.
---Es
de ese tipo de hombres que Dios se provee para su obra. Hombres que toman su
cruz y lo siguen. Esos son los que son dados a la Iglesia para el servicio de
edificación. Pero como en aquella ocasión, y también ahora, la victoria es para
todo el pueblo.
---Hombres
como aquéllos son separados por el Señor para hacer la obra, pero son
levantados en favor de todo el pueblo. Para que todos lleguen. Todos, incluso
los tímidos y miedosos, y también los fuertes y capaces, para que en todo Dios
sea glorificado.