MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
15 de diciembre
Desde temprano y sin cesar
---Tres
veces en las Escrituras se registra la expresión "desde temprano y sin
cesar", dicha por Dios a través del profeta Jeremías (26:5; 35:14; 44:4).
El contexto de ellas tiene que ver con las palabras de advertencia que una y
otra vez Dios había enviado a su pueblo para se apartaran de su mal camino y se
volvieran a él.
---Dios
había enviado "desde temprano y sin cesar" su palabra a través de sus
profetas, pero Israel no había atendido a ellas. Ahora, a través de Jeremías,
ya no hay mucho que decir, porque ya la suerte está echada. Ahora viene el
tiempo de recibir el justo castigo por la desobediencia.
---"Desde
temprano". Esto significa que Dios no demoró su palabra, sino que la envió
oportunamente, antes que el corazón del pueblo se hubiera engrosado de modo
irreversible. Sin embargo, Israel no fue capaz de oír y de obedecer.
---"Sin
cesar". Su voz se hizo oír continuamente, hasta el cansancio, y con
diferentes matices. La voz de Dios tuvo la nota magnífica de un Isaías, la
pincelada delicada de un Oseas, la voz ruda de un Amós, el destello fulgurante
de un Ezequiel, y ahora, la endecha dramática de un Jeremías. De todas formas y
tonos habló el Señor a su pueblo, pero éste no escuchó.
---Los
profetas de Dios siempre hacen oír su voz antes que las cosas sucedan, para que
cuando ocurran, nadie tenga excusa, ni nadie tenga argumentos para acusar a
Dios. "Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a
sus siervos los profetas" (Amós 3:7).
---Hoy,
al igual que ayer, Dios tiene sus profetas en el mundo. Ellos, los verdaderos
profetas, no se autoproclaman como tales, ni buscan hacerse un nombre entre los
hombres. Ellos sólo desean una sola cosa, y es hablar lo que Dios desea decir,
aunque ello les cueste
---Los
profetas de Dios han hablado "desde temprano y sin cesar", para que
nadie tenga excusa en aquel día. Una generación adúltera como ésta, una
generación ambiciosa de ganancias deshonestas, un pueblo de Dios contaminado
con el mundo y sin fuerzas espirituales, eso es lo que Dios ve, y es lo que los
profetas denuncian. Un pueblo de Dios que busca el aplauso del mundo, y que
busca imitar sus logros, como si con eso se dignificara el evangelio.
---Los
verdaderos profetas de Dios han venido advirtiendo "desde temprano y sin
cesar" acerca de los peligros de un evangelio sin Cristo y sin cruz, diseñado
sólo para halagar los sentidos, un evangelio a la medida del hombre, creado
para los medios de comunicación como un espectáculo.
---Los
profetas ven las motivaciones impuras de muchos llamados "ministros"
de Dios, que sólo buscan medrar con la Palabra de Dios. Pero la palabra de
ellos no tiene tribuna; su voz se ahoga en las gargantas santas; sus ojos
destilan llanto.
---Son
los actuales Jeremías, los que viven el tiempo de la desesperanza y el
cautiverio. Los días de la noche más oscura, justo antes del amanecer.