MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
30 de agosto
La necesidad de presión
Una frase leída en un libro ha despertado
algunas reflexiones: "Sólo la presión hace a las piedras preciosas".
En efecto, se dice que, cuando un cuarzo es sometido a temperaturas mayores de
1470º, se transforma en una cristobalita; que es una
piedra tan dura, tan noble, que nada del medio ambiente puede afectarla, ni el
frío ni el calor, ni el ácido, por más fuerte que sea, no la puede afectar. Por
cuanto más temperatura resistió, más noble es, y más perfecta es.
Esto nos hace pensar en la formación del
carácter del cristiano. ¡Cuántas presiones hay sobre él, presiones de todo
tipo, familiares, escolares, laborales, espirituales! A veces parece que va a
reventar, que no es posible seguir. A veces se sume en una depresión, o en una
explosión de ira, y quiere terminar con todo. Watchman
Nee sostiene que nada espiritual puede ser producido
si no es a través de
Probablemente usted está pasando por
problemas, por grandes aprietos, hace ya un mes, dos meses, un año. Está
agobiado, no soporta más, todo da en contra, parece que todo lo aprieta por
todos lados. Se pelea con su familia; en el trabajo está molesto; no cabe en
ninguna parte. Está molesto consigo mismo, no tiene paz con nadie.
¿Qué es eso? Es Dios trabajando
Muy bien, eso se puede hacer. Y
probablemente, se acaben las presiones. Pero si usted es uno que ha sido
llamado, si Dios trazó un diseño para su vida, entonces no podrá escapar por
mucho tiempo. Pues allí en ese ambiente donde no tiene ninguna presión
aparente, va a empezar a aparecer otro tipo de presión, diferente pero también asfixiante,
y de nuevo va a tener que escapar, escapar para el Señor, escapar para los
hermanos, tendrá que volver a aquel lugar del cual había huido.
¡Hay presiones acá y presiones allá, hay
presiones por todos lados! No hay escapatoria. ¿Por qué? Porque Dios quiere
formarlo a usted, transformarlo a la semejanza de su Hijo, y está empeñado en
hacer de usted una piedra preciosa.
Y ¿cuál es la característica de una piedra
preciosa? 1º, no tiene luz propia, sino que releja la luz que recibe, y 2º,
recibe una luz blanca y expresa esa luz en un haz de colores, y esos colores
son la belleza de Cristo. Pero todo esto no puede ser hecho sin presión. Todos
los colores del arco iris están ahí, pero más refulgentes.
Es la iridiscencia de la Sabiduría de Dios,
que es Cristo Jesús.