MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
24 de agosto
El misterio del matrimonio
"Por eso dejará el hombre a su padre y a su
madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este
misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia" (Ef. 5:32).
¿Qué es el matrimonio? ¿Es lo que todo el
mundo conoce como tal? ¿Hay algo más profundo, y que el mundo no conoce? El
matrimonio es, podemos decir, la metáfora de un misterio. Este misterio
–Cristo y la iglesia– no se dio a conocer
a los profetas del Antiguo Testamento, si bien su metáfora –el matrimonio– ya se había establecido en Génesis 2:24:
"Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y serán una sola carne".
El matrimonio es una metáfora o una alegoría
del misterio de Cristo y la iglesia, y no la revelación plena del mismo, porque
muestra la unión de Cristo y la iglesia en forma velada, no abiertamente. El
día que veamos a Cristo unido para siempre con su iglesia, en los lugares
celestiales, celebrando las bodas del Cordero, ese día la metáfora tendrá una
manifestación completa.
Para conocer el verdadero significado del
matrimonio, hemos de conocer a Cristo y a
Cuando los fariseos se acercaron al Señor
para preguntarle acerca del matrimonio, ellos tenían en mente las enseñanzas de
Moisés dadas en Deuteronomio capítulo 24. Sin embargo, Él les llevó más atrás,
a Génesis capítulo 2. "Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió
repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así" (Mt. 19:8). "Al principio no fue así". Es el
parámetro con que ha de medirse. Lo que está en el principio muestra el modelo
original de Dios, y que expresa el deseo de su corazón. Lo posterior es el
resultado de la incapacidad e irresponsabilidad del hombre para sostener aquel
modelo. De manera que hemos de ver atentamente cómo fueron las cosas al
principio, para así conocer el misterio que encierra el matrimonio.
Cuando Dios creó a Adán tuvo en mente a su
Hijo, y cuando Dios creó a Eva, como compañera de Adán, tuvo en mente a
El misterio de Cristo y la iglesia
–como todos los que Dios ha revelado en su evangelio–,
no es develado a todos los hombres, sino sólo a los que son de la fe: "Él
respondiendo les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del
reino de los cielos; mas a ellos no les es dado" (Mat. 13:11). Estos
misterios no son entendidos por carne y sangre, sino que son entendidos
espiritualmente, por revelación del Espíritu Santo.