MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
3 de agosto
Desnudos
Todos los pecadores estamos desnudos ante
los ojos de Dios. Esto, que puede parecer grotesco, es la verdad, si hablamos
espiritualmente.
La figura de ello está dada en el mismo
Edén, poco después de
Las pieles proceden de un animal muerto. De
manera que ellos fueron vestidos a partir de un sacrificio. El sacrificio de un
animal. El sacrificio aquí es típico, y apunta al único sacrificio que puede
cubrirnos delante de Dios. Nadie puede cubrir la desnudez del hombre sino Dios,
con la obra de Jesucristo en la cruz.
Cuando un hombre se cubre de su propia
justicia para presentarse ante Dios es declarado desnudo. El profeta dice:
"Todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo
de inmundicia" (Isaías 64:6).
Cuando un pecador ha visto su desnudez y
clama por vestiduras, Dios se las provee. La Biblia dice que los creyentes
están vestidos del Señor Jesucristo, es decir, de su justicia, que les es
imputada.
Luego, con esta vestidura sin igual, lavada
y emblanquecida con la sangre del Cordero, los creyentes estarán delante de
Dios sin temor. Nada podrá intimidarlos ya. Porque todo lo que es de Cristo ha
venido a ser de ellos por la fe.