MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
3 de abril
Cómo hallar el reposo (5)
La segunda cosa que llama la atención
tocante al reposo en Hebreos 3 y 4 es que el llamado del Espíritu Santo es a
entrar en el reposo. La sola frase 'entrar en' nos indica claramente que hay
dos posiciones: estar 'dentro de' y estar 'fuera de'. Es posible estar en el
terreno del reposo, y también es posible estar en el terreno fuera del reposo.
Por eso, la exhortación que concluye la
argumentación del Espíritu es: "Procuremos, pues, entrar en aquel reposo,
para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia" (Heb. 4:11). La voluntad de Dios es que 'ninguno' esté
afuera, sino que todos estén 'dentro' del reposo, disfrutando de él.
¿Cuál es la forma de cambiar de posición, de
afuera hacia adentro?
Hebreos es una epístola escrita con la
intención de que dejemos ya 'los rudimentos de la doctrina de Cristo', y que
avancemos 'adelante a
Quienes conocieron a algunos de los grandes
cristianos, como Hudson Taylor, Andrew Murray y otros, se admiraban de la
tranquilidad espiritual que irradiaban, aún en medio de los afanes y las
pruebas. Parecía que ellos no estaban haciendo nada, que vivían en una total
inactividad. Watchman Nee,
cuando era joven, se impacientaba con su mentora espiritual, Margaret Barber,
porque le parecía que desperdiciaba su tiempo y sus riquezas espirituales, sin
hacer nada.
Lo que Watchman Nee no sabía a esa altura de su vida era que para entrar en
las obras de Dios es preciso descansar de las propias, y de que las obras de
Dios no requieren del activismo exterior. Como dice Hebreos, "las obras
suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo" (4:3). Las obras de
Dios ya están consumadas; sólo tenemos que unirnos al Espíritu del gran
Realizador para hacer las obras de Dios.
Entrar en el reposo de Dios significa
librarse de la presunción de pensar que podemos hacer algo para Dios. Algo de
nosotros mismos, claro está. La obra de Dios consiste en esperar en Dios hasta
que él tome la iniciativa, y luego esperar a que él nos invite a entrar en esa
obra y colaborar con él.
Una sola cosa que él emprenda, en la cual
nos involucre, será suficiente para llenar toda nuestra vida. Y para llenar
perfectamente nuestro corazón de gozo. Es lo que significa entrar en Su reposo.