MEDITACIÓN
CRISTIANA PARA CADA DÍA DEL AÑO
8 de abril
Así como Cristo
En Efesios capítulo 5 hay una preciosa
analogía del matrimonio cristiano con la relación de Cristo y
Lo primero es la salvación, pues Cristo es
su Salvador (v. 23). Como tal, él la amó y se entregó a sí mismo por ella,
derramando su sangre en
Luego, la santificación, porque él es su
Santificador (v. 26), y la purifica en el lavamiento del agua por
Entre tanto, él la sustenta, porque él es su
Sustentador (v. 29). Él ofrece a su Amada los recursos para su subsistencia, el
alimento necesario. La trayectoria terrenal es difícil y es preciso que él
Y también él la cuida, pues él es su
Cuidador. Muchos peligros acechan; el alma se turba; los días se tornan a veces
angustiosos. Entonces ella puede exclamar: "Confortará mi alma ... Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré
mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán
aliento" (vv. 3-4). ¡Qué maravilloso es Cristo
en su cuádruple oficio de Salvador, Santificador, Sustentador y Cuidador!
Pero esto tiene alcances aún mayores, tal vez
insospechados, pues el mismo pasaje dice: "Maridos, amad a vuestras
mujeres, así como Cristo amó a la iglesia..." (v. 25), y luego más
adelante "así también los maridos..." (v. 28). Esto pone al marido en
el otro lado de la analogía, es decir, desempeñando a favor de su esposa el
mismo cuádruple oficio de Cristo por la iglesia.
Al igual que Cristo, el marido está llamado
a salvar a su esposa, a santificarla, a sustentarla y cuidarla. La vida humana
–en especial la vida matrimonial- ofrece tantas vicisitudes, tantos
peligros y necesidades, que el marido tendrá mil ocasiones de emular a Cristo
en su maravilloso cuidado por su amada.
El versículo 27 dice: "A fin de presentársela
a sí mismo...". Esta frase hace referencia a un hecho futuro, cuando lleguen
las bodas del Cordero. Entonces la perfecta obra de Cristo en la cruz, ya
acabada, más su perfecta obra en este tiempo, aun realizándose, tendrán una maravillosa consumación. Ella –la iglesia– será la esposa perfecta para él.
¿Será que los maridos también podrán
presentarse a sí mismos, en algún momento futuro, al fin de su carrera, el
fruto de su trabajo a favor de sus esposas, para recibir alguna merecida
recompensa?